De mis reflexiones (1/10/19)
Paseando por la orilla de esta cala, tuve la intención, como tantas veces, de recoger algunas piedras pequeñas que brillan con el agua salada y que, en su conjunto, son maravillosas. Me decidí por unas caracolas de poco tamaño cuando de pronto tomé conciencia de la importancia que tienen en su medio, sirviendo de refugio a esos diminutos cangrejos. Detalles como estos me llevan a pensar en ese afán de coleccionar,de poseer y que finalmente desdibuja la belleza del paisaje natural.
Pero otra parte de mí confrontaba esta idea, pensando que algo tan pequeño no podía influir en grandes dimensiones, al mismo tiempo tomaba conciencia de la importancia que damos a nuestros actos en función de una escala de medida, pero que no necesariamente produce un impacto proporcional a lo que podamos creer sino que, más bien, las consecuencias son una incógnita.
Así que dejé las caracolas en su medio, porque ahí, seguramente tendrán un destino más lógico, aunque sea el de diluirse poco a poco en el fondo marino. Y me limité a llevarme esa perfección en mi mirada, entendiendo un poco más que siempre hay una razón de ser.
En mi vida pasa igual. Me daré la oportunidad de entender que cada pequeña cosa que pasa encaja perfectamente en el proceso y querer controlarlo, solo me hace vivir una inercia sin sentido.
Acepta tu proceso y sea cual sea la caracola de la que vas a desprenderte y que pensabas que te protegería siempre, te brinde la posibilidad de tener una visión distinta de tu entorno. Más libre de ansiedad, al ver la diversidad de caracolas que existen.
M.C.P.G. 2019
Paseando por la orilla de esta cala, tuve la intención, como tantas veces, de recoger algunas piedras pequeñas que brillan con el agua salada y que, en su conjunto, son maravillosas. Me decidí por unas caracolas de poco tamaño cuando de pronto tomé conciencia de la importancia que tienen en su medio, sirviendo de refugio a esos diminutos cangrejos. Detalles como estos me llevan a pensar en ese afán de coleccionar,de poseer y que finalmente desdibuja la belleza del paisaje natural.
Pero otra parte de mí confrontaba esta idea, pensando que algo tan pequeño no podía influir en grandes dimensiones, al mismo tiempo tomaba conciencia de la importancia que damos a nuestros actos en función de una escala de medida, pero que no necesariamente produce un impacto proporcional a lo que podamos creer sino que, más bien, las consecuencias son una incógnita.
Así que dejé las caracolas en su medio, porque ahí, seguramente tendrán un destino más lógico, aunque sea el de diluirse poco a poco en el fondo marino. Y me limité a llevarme esa perfección en mi mirada, entendiendo un poco más que siempre hay una razón de ser.
En mi vida pasa igual. Me daré la oportunidad de entender que cada pequeña cosa que pasa encaja perfectamente en el proceso y querer controlarlo, solo me hace vivir una inercia sin sentido.
Acepta tu proceso y sea cual sea la caracola de la que vas a desprenderte y que pensabas que te protegería siempre, te brinde la posibilidad de tener una visión distinta de tu entorno. Más libre de ansiedad, al ver la diversidad de caracolas que existen.
M.C.P.G. 2019
Una reflexiones preciosas, hacen mirarnos nuestro interior. Y muy bonito cómo lo escribes
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