Desde luego no es posible dejar de pensar. Pero si que es posible estar pendientes de qué pensamos, de qué concepto tenemos de nosotros mismos, de cuáles son nuestros límites, y poder cambiarlos para mejorar nuestra vida, nuestros momentos y estar en el instante presente sin proyectar películas dramáticas ni del pasado, ni del futuro. Personalmente, llegar hasta aquí ha requerido de un gran entrenamiento por mi parte, de poner en práctica mucha teoría acumulada, pero, sobre todo,de hacerme consciente de que no puede haber problemas futuros en el presente, que los creamos en el ahora, y esto, produce un sufrimiento, un agotamiento mental y una desvanecimiento del momento y por lo tanto una incoherencia. Teorías, métodos para llevar a cabo la hazaña de estar...miles, millones...a mí me funcionó llegar al límite del sufrimiento mental, del agotamiento físico, de querer desaparecer inconscientemente, y un golp...
La diferencia en los resultados está en tus pensamientos. Si estás más atento a ellos, descubrirás tu programación mental y hábitos emocionales. Un enigma dentro de ti que, a tu ritmo, puedes ir descifrando.