Si el café no te gusta muy fuerte, siempre puedes suavizarlo, rebajando su concentración, ya sea con leche o agua, haciendo que ese momento se adapte a tu paladar. Creo que todo lo que pasa en nuestras vidas es como una disolución, que, antes de mezclarse, ha tenido el impacto del soluto, el cambio de estado, la crisis, y que eres tú quien decide quedarse en el centro de esa nueva sustancia, donde la concentración resulta difícil de sobrellevar, o coges las riendas de la mezcla y disuelves la nueva situación con el resto del disolvente; la actitud ante los nuevos acontecimientos para pasar a un ph menos ácido y más digerible, que haga de la disolución una imagen más nítida de la situación. Para que la mezcla se vuelva homogénea y tú entres en una armonía y paz interior, primero ha habido una agitación, donde has sentido que ese movimiento sacudía todas tus células, todas tus emociones. pero después viene la ca...
La diferencia en los resultados está en tus pensamientos. Si estás más atento a ellos, descubrirás tu programación mental y hábitos emocionales. Un enigma dentro de ti, que a tu ritmo, puedes ir descifrando.