¡Mirar atrás para que sea como fue!...porque cambiando, a cada paso, el pasado se disuelve, se entiende, se acepta, y deja de ser una carga para formar parte de nuestro bagaje. Respirar el momento, en vez de suspirar por lo que no tienes. La solución a estar en el presente no es sonreír con un cuerpo y mente vacíos, sino buscar dentro todas las emociones, aprender a amarlas para que no tengan miedo de salir a la superficie y teñir nuestras mentiras de distintos colores. ¿Qué hay más bello que reconocer en nosotros mismos lo que amamos o no de otros? Estos encuentros, en los que nos topamos con personas que nos hacen viajar sin control en la espiral de nuestras oscuridades, son un momento propicio para barrer la hojarasca que limitan la sinceridad de nuestra existencia. La responsabilidad de cada uno, después de esas tormentas, consiste en aceptar que salta la chispa, que lo hará a menudo, y que es agotador. Y que, a medida que recuperamos la calma y de
La diferencia en los resultados está en tus pensamientos. Si estás más atento a ellos, descubrirás tu programación mental y hábitos emocionales. Un enigma dentro de ti, que a tu ritmo, puedes ir descifrando.