Llevas tiempo esperando a que pasara algo importante en tu vida, planeando y planeando, y resulta que pasa el momento deseado, y empiezas a sentir un vacío. ¿Con qué vas a llenarlo ahora? El problema de todos estos rellenos externos es que llega un momento en que la masa se vacía. ¿Cuál crees, entonces, que sería la mejor forma de rellenar el interior? La mejor forma de rellenarlo es con cosas de las que solamente dependas tú, evitando así que tu estado de ánimo vaya subiendo o bajando, pero, sobre todo, que tengas ilusión por el día a día, y no por lo que ha de llegar, porque puede que llegue, o puede que no, y lo más importante, puede que no llegue de la forma que tú esperas y entonces, por mucho que proyectes en positivo, no todo es posible controlarlo desde la mente. Así que es en este punto en el que te invito a que reflexiones un poco y a que empieces a buscar qué es lo que te atrae, qué es lo que te divierte y dejar un poco de tu día o de tu semana para dedicarlo
La diferencia en los resultados está en tus pensamientos. Si estás más atento a ellos, descubrirás tu programación mental y hábitos emocionales. Un enigma dentro de ti, que a tu ritmo, puedes ir descifrando.