Ir al contenido principal

CERRAR LOS OJOS


         ¿Estamos conectados en verdad con nuestro cuerpo, con nuestros sentidos?  Dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo a tener miles de pensamientos, nuestra mente se acostumbra y dejamos de apreciar lo maravillosos que son nuestros sentidos, todos.

    ¿Has probado a cerrar los ojos, o simplemente, a levantarte en la oscuridad de la noche y  moverte sin necesidad de encender ninguna luz? Todo lo que conocemos está grabado, cada esquina, cada objeto, eso si, nos movemos con más cuidado, más lentamente, y al mismo tiempo, más atentos a nuestros movimientos. Podríamos hacer lo mismo con los otros sentidos, dejar de usar uno de ellos para potenciar los otros. 

     Somos afortunados los que podemos disponer de todos y cada uno de ellos, pero de igual forma, tendríamos que valorar más la información y conexión que de nuestro entorno recibimos a través de ellos.

    Lo mismo que confiamos en estos sentidos, también tenemos que aprender a confiar en nuestra intuición, en nuestra primera impresión, porque aquí no hay análisis de la situación, es algo innato, pero es una capacidad que hemos dejado de lado en pos de la racionalidad, porque muchas veces nos hemos equivocado, o, en la mayoría de los casos, dejamos de escuchar nuestra voz interior. 

    Esto se vuelve como una práctica, es como ir al gimnasio, hay que volver a entrenar un poco. Os invito a que empecéis a practicar un poco de gimnasia para activar esas partes del cerebro que están dormidas, y a que disminuyáis la actividad más lógica que ocupa mucho tiempo en nuestra vida, pero que no nos hace más felices. 

                                                           M.C.P.G. 2017

Comentarios

Publicar un comentario

Si te apetece comentar algo o preguntarme, suelo responder en poco tiempo.

Entradas populares de este blog

EL CORAZÓN ARBOLADO

  Hace mucho tiempo que empecé a escribir mis pequeños relatos a partir de una imagen que, normalmente y, como una mariposa, se acerca a mí, revoloteando.     Una vez que ha pausado su vuelo en mi hombro, emprende su viaje. A veces, la sigo con la mirada, otras, me distraigo con miles de pensamientos pero, casi siempre, logro averiguar el significado. De hecho, cuando ignoro el fugaz destello de ese recuerdo y no le doy el beneficio de que ocupe un sitio entre mis notas, me invade una especie de tristeza.     Es una melancolía fruto de la omisión a la llamada que, esa parte tan importante y con un peso tan específico en mi ser, me hace cada día, susurrándome la importancia de seguir recorriendo mi camino. El sólo hecho de transformar mis pensamientos en estas líneas, me vuelve a poner en consonancia con todas esas personas que empiezan a perder el aliento y en las que la desidia y desesperación  forman parte de cada célula de su mundo, para decirles que sigamos caminando mientras ha

CONSTRUYENDO NUESTRO PROPIO CAMINO

           DONDE TÚ VES UNA ROCA IMPOSIBLE DE ATRAVESAR,     YO VEO UNA GRIETA QUE ME LLEVA A LA LIBERTAD        Tú no eres tú: es esa parte de nosotros que nos suplica que nos quedemos como estamos, que tomemos la opción de quejarnos sin hacer nada.       Yo , es esa voz, que si me permito escuchar, me habla con cariño, tiene paciencia, me muestra más a menudo de lo que creo los distintos caminos, las posibilidades, oportunidades y siempre desde el amor incondicional: sin reproches, sin juicios.      Como un eco, estas voces resuenan en las personas que están a nuestro lado, que toman el papel adecuado para reflejarnos en ellas, y que, sin embargo, hemos aprendido a fusilarlas con nuestros pensamientos y palabras, o a servirles e idolatrarlas por encima de nuestras propias vidas. Ambas situaciones se repiten, día a día, año tras año, y así eternamente. El caso es que no se trata de elegir un camino u otro, sino de ir construyendo el nuestro: distinto, con paciencia y perseverancia, co

NUESTRAS METAS

     ¿Qué ocurre cuándo nos boicoteamos al llevar a cabo proyectos?  Cuando vemos la meta y tropezamos, nos distraemos y aparecen esos fantasmas que creías haber dejado atrás para los que convertirte en una persona plena y satisfecha contigo misma supone que aparezcan de nuevo para reafirmarte en si estás preparado o no parta llegar.        Estos fantasmas sirven para que te reconcilies con esa parte de ti que querías ocultar y te sientas orgulloso de que han provocado que tu camino fuera distinto al de cualquier otra persona, y esta es nuestra huella dactilar. Nos hace individualmente únicos e irrepetibles y aquí radica nuestro valor. Y el darle poder a la autenticidad nos permite reconocer que todos los que aparecieron y encontraremos en nuestras vidas tendrán distintos papeles, pero habrán dado esos matices y pinceladas a nuestra historia.       Y, en este planeta, hay tantas historias como millones de habitantes, y aunque algunos puede que nos consideremos privilegiados tecn