Cuando tienes dudas puedes hacer una recreación del momento en que tenías que tomar la decisión, dejar sentir tu cuerpo, dejarte llevar por la sensación que tenías...¿era de alegría o por el contrario te sentías forzado a hacer algo que no te apetecía mucho? Si la sensación era de alegría, yo creo que no tendría duda, y esta apertura a opciones beneficiosas para ti, producen una recarga energética que se traduce en una sensación de paz y felicidad.
De todas formas, cada decisión que tomamos, nos lleva por un camino. Aprender a aceptar, ser consecuentes y la actitud que tomamos es la clave.
M.C.P.G.2017
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