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Momentos


 Cuando te paras a observar el presente; tu cuerpo, conectado con el espacio,  te haces consciente de cómo se han reducido tanto las posibilidades de crecer, que nos ahogamos en el poco aire que nos queda. 

Parece que hasta respirar de miedo, aunque este sea el principio de la conexión con nuestras células y la decodificación de la información que han ido recibiendo. 

Cuando no aceptamos los acontecimientos,  nos quedamos observando las distintas posibilidades que hubiéramos podido elegir para tener un presente distinto, quedando encasillados e inmovilizados. 

Un simple vistazo para aprender de nosotros mismos, y de vuelta al presente,  para ser conscientes de qué hacemos en este momento único. 

    Editado de reflexión de 15-11-2016. 

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