La imagen puede llevar a muchas interpretaciones, pero como se trata de atravesar las nubes que nos impiden seguir volando, subir en altitud para tener la oportunidad de relativizar la situaciones que nos hacen sufrir, entonces, tendremos que empezar a soltar lastre.
Cada peso de más nos mantiene en la inmovilidad y si seguimos añadiendo a nuestra cesta, más aún. Nos hemos encargado de echarnos a las espaldas un tipo de obligaciones totalmente superfluas que tienen más que ver con la aceptación social que con la dignidad y respeto hacia nosotros mismos.
Si tienes capacidad de imaginación y puedes verte en uno de esos globos, ¿con cuántas historias, objetos sin utilidad, pensamientos densos, etc estás intentando surcar el cielo? Y si decidieras empezar a subir un poco más cada día, con un rumbo marcado, paciencia y tenacidad para poder disfrutar de cada puesta de sol; ¿de qué roles impuestos, frases que empiezan por debería, arrepentimientos, miedos, expectativas, juicios, críticas, etc te desprenderías? Sólo necesitas tomarte un tiempo cada día para hacerte consciente de que ese globo está a la altura que tú decides y, ni el viento, ni las tormentas, ni nadie desde abajo puede decirte, hacia dónde ir o cuánto subir. Pero, si tienes asumido que la soledad es algo negativo, en vez de darle la oportunidad de que sea tu maestra y te muestre toda la sabiduría que tienes y, además, te dispones a dejar de estar pendiente de las trayectorias de los otros globos, puedes utilizar esta imagen para sentirte más libre: el triunfo se mide por cómo te sientes cada día, al levantarte, al acostarte, al mirarte al espejo y desear seguir siendo quien eres, pero con ganas de que la vida sea un regalo en vez de una carga.
M.C.P.G. Sept 2020
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