Ir al contenido principal

DULCES DISTRACCIONES


   La vida nos ofrece diariamente muchas distracciones, que engolosinan nuestras mentes como las gominolas lo hacen con el paladar. Pero este dulzor es pasajero, y si no tenemos claro qué es lo que nos alimenta y despierta, aparecen de nuevo esas ansias por distraernos, igual que las del azúcar, que engaña a nuestro estómago y a nuestra mente.
   Estoy aquí, sentada y sin rumbo, porque ya me dejo llevar por el vaivén de las olas, por el movimiento del viento, por lo que me toca vivir en cada momento.
   No tengo rumbo porque mi destino soy yo, esa libertad que no tiene precio, o más bien, es tan alto, que no estoy dispuesta a claudicar.
   Reconocer lo que antes me hacía sufrir, llorar,..me ayuda ver cómo he ido aprendiendo. Y sincerándome con la vida, la mía , aceptando que ese fue el camino que decidí recorrer, tomé la determinación de que la actitud de lo que me sobreviene es lo importante, que me centra en el momento, me ayuda a aceptar los acontecimientos, me hace fuerte, consciente de los límites que me pongo y, sobre todo, me ayuda a dejar atrás los barrotes para reencontrarme conmigo misma.
   Hay mucho de polvo y falta de transparencia hay en todo plan de vida, pero es muy  saludable  empezar a desprenderse de esa mugre.

   Creo que he saldado las cuentas que tenía pendientes, pero, sobre todo, las que quería que los demás pagaran por su falta de perfección.

   Quién soy yo para exigirle nada a nadie.

   Nunca fui amiga de los compromisos, esos que desde fuera se imponen. Sin embargo, quise estar comprometida con la naturalidad, esa que se va deshojando con el paso del tiempo si no cuidamos con amor y ternura.

  Hace un tiempo, anhelaba otras vidas, ahora, estoy enamorada de la mía.
 ¿Puedo hacer más cambios? Por supuesto.....pero el día a día ya va poniendo las circunstancias para que me adapte a ellos.
  
 No podía ser de otro modo. Es, como es. Y vivir el momento consciente y plenamente abre el Universo para que este satisfaga todas mis necesidades.

  


                                                                  M.C.P.G. 2017

Comentarios

Entradas populares de este blog

Un jueves cualquiera

     Con una capacidad asombrosa para darse la razón a sí misma, comenzó a hacer un balance sobre su vida y las decisiones con las que fue acompañando sus días y sus noches.      Algunas de ellas fueron impulsivas, otras, necesitaron de argumentos más contundentes tanto a favor, como en contra.       De nuevo otra encrucijada; otra elección que tendría sus consecuencias; ni mejores ni peores, sólo consecuencias.       El cielo azulado con toques grises de aquel ocho de enero iba a influir en todos los planes que empezaban a cuajarse en su mente y a plasmarse en su agenda.        Javier había quedado en recogerla pero ella cambió el lugar del encuentro.  Le apetecía seguir paseando por la avenida llena de árboles, esos que cambian de color dependiendo de la estación y que le propiciaban sombra en los días más calurosos o dejaban pasar los rayos del sol en cuanto el frío hacía alarde de su prese...

EL CORAZÓN ARBOLADO

  Hace mucho tiempo que empecé a escribir mis pequeños relatos a partir de una imagen que, normalmente y, como una mariposa, se acerca a mí, revoloteando.     Una vez que ha pausado su vuelo en mi hombro, emprende su viaje. A veces, la sigo con la mirada, otras, me distraigo con miles de pensamientos pero, casi siempre, logro averiguar el significado. De hecho, cuando ignoro el fugaz destello de ese recuerdo y no le doy el beneficio de que ocupe un sitio entre mis notas, me invade una especie de tristeza.     Es una melancolía fruto de la omisión a la llamada que, esa parte tan importante y con un peso tan específico en mi ser, me hace cada día, susurrándome la importancia de seguir recorriendo mi camino. El sólo hecho de transformar mis pensamientos en estas líneas, me vuelve a poner en consonancia con todas esas personas que empiezan a perder el aliento y en las que la desidia y desesperación  forman parte de cada célula de su mundo, para dec...

MIRANDO MIS LÍMITES

      Me desperté con la sensación real de que una cuerda rodeaba mi cintura, una que me había mantenido en los límites de una zona conocida, donde me movía bien porque conocía el terreno. Pero todo empezaba a resultarme  familiar y repetido, y una sensación demoledora de seguridad al moverme en ese entorno que necesitaba romper de algún modo.      Esa seguridad imaginaria se desmorona cuando una fuerza para seguir avanzando, pero sobre todo, una curiosidad, innata en todos, me susurra que hay mucho por descubrir aún; y no quiero dejar de ver qué pasa por los lugares a los que no puedo llegar.    En cuanto me planteé esta nueva situación, miré a mi alrededor y pude ver que mi cuerda estaba fijada a un punto, un ancla de seguridad, y que esa cuerda estaba acortada por los muchos nudos que habían ido formándose ya no sé ni cuándo ni cómo;  sólo sé que empecé a deshacerlos, con cuidado, con compasión. Por lógica, podría ampliar el radio de ...