Ir al contenido principal

SALIENDO DE LA ESPIRAL

   
     

  ¿ Aún sigues sintiendo cómo tu vida, tus decisiones, tus planes, giran en torno a los mismos pensamientos? 
  ¿Teniendo iniciativas distintas donde las conversaciones contigo mismo y con los demás te conducen a no realizarlas? 
  ¿ De qué tienes miedo? ¿De lo que los demás piensen de tí? ¿ De fracasar? ¿ De que no sea duradero? 

   Pero, ¿te has parado a sentir las emociones que producen esas iniciativas en tí?

   
    Empieza por darte las oportunidades que dejaste atrás. A escuchar la pequeña voz que resuena dentro y que te dice lo que realmente deseas.
    
     Seguro que estás pensando. ¡¡ Si hiciera lo que me viene en gana. Puff!!
    No se trata exactamente de eso, se trata de ser autenticamente TÚ, eternamente TÚ, brillantemente TÚ. 

    ¿ Cuál es el camino? 


    El de la responsabilidad, sin resentimientos, sin culpas, sin expectativas, sin ser dueños de nada, ni siquiera del tiempo, sólo del instante, porque un instante puede crear una onda eterna, y si ese instante es perfecto, positivo, consciente, la onda tendrá el mismo efecto.


     Al estar atentos a los pensamientos de nuestra mente ( yo lo describo como el juego del " no me ves, pero te fastidio siempre que puedo", o, " yo no he sido") pierden el sentido de ser. 


     Pongámonos en el caso de que empiezas a darte cuenta, ser consciente de que los pensamientos también tienen materia, pero no visible. ¿Qué crees que hay a tu alrededor, si todos esos pensamientos son pesimistas, conformistas, en los que esperas que los demás tomen las decisiones por tí, donde sigue influyendo el eco de todas las frases que han evitado que seas tú y sólo tú? 


     Pues hay energía distorsionada, perturbada. Es como si te sumergieras en un río donde el agua está contaminada y turbia y necesitas recuperar una joya a la que le tienes mucho aprecio. Creo que es difícil que la encuentres, de hecho, es agotador, porque tendrás que repetir muchas veces la inmersión. 


    Ahora bien, imagínate que decides depurar  las aguas de ese río; un agua limpia, depurada, y no me refiero a la quietud de un lago, sino a un caudal de agua, con sus corrientes, remolinos, piedras, troncos, donde también hay vida y la luz del Sol pueda iluminar, por fin, su fondo. Cómo sería ahora la sensación de buscar esa joya y todo lo que habías dejado de ver y que ahora se hace más evidente. 


     Aunque las  aguas no las hubieras contaminado tú, ahora es el río donde está tu tesoro, y la mejor forma de recuperarlo es con esa limpieza, así sus aguas no se estancarán y tu vida podrá fluir con naturalidad. Pero sólo tú eres responsable de filtrar todo aquello que ya no te sirve, de dejar atrás los lastres que te hunden en el barro. 

     Si has decidido hacerlo, y quieres, puedo tenderte una mano. He pasado por eso, y me sumerjo en mi río, sin frío, sin miedo, desnuda, despojada de mis viejas vestiduras, pero, de una cosa estoy segura: estoy preparada para recibir lo mejor, y cuando salgo del agua, lo hago renovada, recargada, mis ojos limpios, y puedo ver con claridad mi momento, mi instante, vencedora porque mis miedos se diluyeron, los que me paralizaban, los que me ahogaban.


      Un día decidí limpiar las aguas de mi río. Ese día fue un nuevo comienzo. Aún sigo con la labor, porque lo bueno de hacerte cargo de este trabajo, es que es infinito, pero te hace inagotable.


      Se que hay ríos muy profundos donde os costará trabajo entrar, pero empieza por quitar lo que está en la superficie, y para lo profundo, que viene de décadas, incluso de tu árbol genealógico, deja que salga a flote y cuando sea el momento irá perdiendo peso y empezará a subir a la superficie. Sin embargo, confía en tí, en tu intuición, y en tus ideas descabelladas. 


                                                  M.C.P.G.2014


  

    
    

Comentarios

Entradas populares de este blog

EL CORAZÓN ARBOLADO

  Hace mucho tiempo que empecé a escribir mis pequeños relatos a partir de una imagen que, normalmente y, como una mariposa, se acerca a mí, revoloteando.     Una vez que ha pausado su vuelo en mi hombro, emprende su viaje. A veces, la sigo con la mirada, otras, me distraigo con miles de pensamientos pero, casi siempre, logro averiguar el significado. De hecho, cuando ignoro el fugaz destello de ese recuerdo y no le doy el beneficio de que ocupe un sitio entre mis notas, me invade una especie de tristeza.     Es una melancolía fruto de la omisión a la llamada que, esa parte tan importante y con un peso tan específico en mi ser, me hace cada día, susurrándome la importancia de seguir recorriendo mi camino. El sólo hecho de transformar mis pensamientos en estas líneas, me vuelve a poner en consonancia con todas esas personas que empiezan a perder el aliento y en las que la desidia y desesperación  forman parte de cada célula de su mundo, para decirles que sigamos caminando mientras ha

CONSTRUYENDO NUESTRO PROPIO CAMINO

           DONDE TÚ VES UNA ROCA IMPOSIBLE DE ATRAVESAR,     YO VEO UNA GRIETA QUE ME LLEVA A LA LIBERTAD        Tú no eres tú: es esa parte de nosotros que nos suplica que nos quedemos como estamos, que tomemos la opción de quejarnos sin hacer nada.       Yo , es esa voz, que si me permito escuchar, me habla con cariño, tiene paciencia, me muestra más a menudo de lo que creo los distintos caminos, las posibilidades, oportunidades y siempre desde el amor incondicional: sin reproches, sin juicios.      Como un eco, estas voces resuenan en las personas que están a nuestro lado, que toman el papel adecuado para reflejarnos en ellas, y que, sin embargo, hemos aprendido a fusilarlas con nuestros pensamientos y palabras, o a servirles e idolatrarlas por encima de nuestras propias vidas. Ambas situaciones se repiten, día a día, año tras año, y así eternamente. El caso es que no se trata de elegir un camino u otro, sino de ir construyendo el nuestro: distinto, con paciencia y perseverancia, co

NUESTRAS METAS

     ¿Qué ocurre cuándo nos boicoteamos al llevar a cabo proyectos?  Cuando vemos la meta y tropezamos, nos distraemos y aparecen esos fantasmas que creías haber dejado atrás para los que convertirte en una persona plena y satisfecha contigo misma supone que aparezcan de nuevo para reafirmarte en si estás preparado o no parta llegar.        Estos fantasmas sirven para que te reconcilies con esa parte de ti que querías ocultar y te sientas orgulloso de que han provocado que tu camino fuera distinto al de cualquier otra persona, y esta es nuestra huella dactilar. Nos hace individualmente únicos e irrepetibles y aquí radica nuestro valor. Y el darle poder a la autenticidad nos permite reconocer que todos los que aparecieron y encontraremos en nuestras vidas tendrán distintos papeles, pero habrán dado esos matices y pinceladas a nuestra historia.       Y, en este planeta, hay tantas historias como millones de habitantes, y aunque algunos puede que nos consideremos privilegiados tecn