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GRACIAS A LA VIDA.

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     No lamento cada minuto de vida, hoy doy gracias por la oportunidad de haberlos vivido y por haber sido la protagonista de mi historia.

      No sería quien soy ahora sin haber tenido todas estas experiencias, mejores, peores, pero que me han hecho sentir viva, y doy gracias a una persona que ha formado parte de mi vida durante muchos años, por haber estado ahí, y por saber que sigue ahí, viendo la vida de formas distintas pero lo mejor que hemos sabido hacerlo cada uno.

     Esta semana he dejado esa mochila llena de rencores, reproches y me adentro a un mundo nuevo, lleno de experiencias que me harán seguir creciendo.
    Dejarme ser me ha llevado hoy a este estado de agradecimiento. De aceptación y de aprendizaje.

     Todas las personas que conectan conmigo me aportan sabiduría.

     Mis hijos me enseñan cosas nuevas todos los días, incluso cuando no estoy con ellos. Mi legado será haberlos escuchado, cada día más, y más con mi corazón, para que puedan mirar dentro de ellos en este mundo de caos, de vivir rápidamente.

      Mi Universo se paralizó hace tiempo pero aquí estoy de nuevo, latiendo minuto a minuto, porque la luz que ilumina mi camino es inagotable.

      Si proyecto presente obtendré futuro, si vivo en mi pasado me quedaré paralizada. Así que mi proyección no tiene límite, porque los límites los ponían mis miedos, y cuando has perdido lo que más miedo tenías de perder, nada puede detenerte, para ser mi mejor amiga, mi aliada y compañera con la que me entiendo perfectamente.
      A mis amigas, que están en la distancia, a las que están más cerca, y a las que llegarán.

        A los hombres de mi vida, mi padre, mi hijo, el que compartió tantos años conmigo, el que se fue, los que formaron parte de mi viaje, y los que llegarán, a mis hermanos.
        A las mujeres de mi familia, de las que tanto aprendí, y a mi madre, que no hubiera podido elegir otra mejor.

         Gracias a todos por formar parte de mi puzzle, sin vosotros mis piezas estarían incompletas.

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