En los comienzos de este mundo nuevo para mí, practicaba mucho. Con familiares, amigos, y todo aquel que se prestaba.
Habíamos estudiado el tema de regresiones, desde la más tierna infancia, o el periodo de gestación, e, incluso, a otras vidas.
Hay un caso en particular que me resultó muy emocionante, extraño, pero con una explicación muy lógica. ( tengo anotada la fecha en una especie de diario en el que escribía todas la cosas que pasaban. Día de Santiago, 1998)
El caso es que estaba tratando a Jorge (he cambiado nombre por motivos obvios), cuando en la terapia salió una regresión. La forma en que concreto con la persona la edad en que ocurrió, es a través del test kinesiológico.
No correspondía a ningún ciclo, así que continué preguntando en qué momento se había producido el hecho que bloqueaba la energía. Tampoco era en los 9 meses del embarazo. Por tanto, iba descartando. La siguiente pregunta era si necesitábamos desbloquear el momento del nacimiento y tampoco hubo respuesta positiva.
Las siguientes preguntas empezaban entonces a relacionarse con vidas pasadas.
En cuanto empecé a preguntar si el bloqueo correspondía a una vida pasada, hubo mucha vibración energética y puedo aún describirlo como una pausa en el tiempo que llamamos real para trasladarnos de alguna forma al pasado.
Jorge estaba tumbado, la escena, vivida por los dos era muy dolorosa: caminaba él por un sendero, cansado y dolorido puesto que eran tiempos de guerras continuas y volvía a casa a encontrarse con su mujer y su hija, a las que hacía tiempo no veía.
Era esa ilusión la que le hacía seguir en pie y con fuerzas. Pero alguien montado a caballo apareció galopando, y a traición le atravesó con una lanza que entró por el costado y le salió en diagonal por delante.
Cayó al suelo, con lágrimas en los ojos, porque sabía que le quedaba poco tiempo. El agresor bajó de su caballo y quiso castigarlo más aún y con su espada, le amputó la pierna izquierda de un solo tajo, por debajo de la rodilla.
Este hombre murió con la pena de no volver a ver ni a su mujer ni a su hija.
Por favor!!! volvimos a la actualidad, Jorge lloraba como un niño pequeño. Yo no salía de mi asombro. ¿ Qué había pasado?
En aquel entonces, Jorge tenía una relación desde hacía unos años, pero estaba llena de altibajos.
Teníamos que cerrar esa puerta del pasado, trasladando a la parte consciente los miedos que aún quedaban en Jorge para no decidirse a formar una familia.
He leído, después, muchos relatos sobre regresiones a otras vidas, pero lo importante en este caso fue que esos puntos en los que Jorge fue herido en el pasado, seguían siendo muy sensibles, y que, para él tuvieron una liberación de dolor incomprensible.
Actualmente no está con su pareja de entonces, aunque ella ha tenido una hija con su pareja actual.
Los lazos que aún los unen no creo que deban ser juzgados por nadie.
El momento en que esa relación se rompió fue, precisamente cuando Jorge tuvo un accidente de moto y su pierna quedó lesionada durante un tiempo.
No tengo respuestas lógicas. Sólo decir que los portales del pasado que nos impiden estar en armonía hay que cerrarlos sin rencor, con amor, perdón y comprensión y que, aunque esto lleve tiempo, es mejor aceptarlo y seguir viviendo, a pesar de todo, con el conocimiento de lo que aprendemos de cada lección.
Un beso muy grandes a los protagonistas de esta historia. Están en mi corazón.
M.C.P.G. 2014
Me encanta y para mi es emocionante y a la vez doloroso ... besos donde estés Jorge...siempre en mi corazón.
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